Te fuiste, otra vez. ¿Son las circunstancias las que no te permiten volver? Lo sé.
Pero es que te quiero confesar. Necesito verte. Necesito despedirme, si no te voy a volver a ver… Aunque, tengo una corazonada.
Solo necesito verte una última vez, y revelarte todos los secretos que nunca he conseguido revelar. Todo lo que siento por ti, es real. Tú eres mi vida. Desde aquel 15 de Septiembre no he conseguido olvidarte. Ni lo quiero hacer… :)
Y volviste. Dios me dio una gran oportunidad, y confesé. De una manera un poco extraña pero lo hice. Te di un presente que, creo, que te llegó al corazón. Y me abrazaste, me dijiste cosas preciosas y, como siempre, me transmitiste algo maravilloso. Te sinceraste sin saber qué decir. Te quedaste sin palabras, diciéndome preciosidades como tú.